Que no me gusta que mires atrás, que no es sano, que no eres tú cuando lo haces. Mira atrás, sí, pero sólo para ver el movimiento de mi culo cuando me voy.
Puede que no gane, pero me dejo la piel en el intento, y tus ojos me están pidiendo a gritos que les quiera. Y, ¿quién soy yo para negarles nada? Dámelos, que los guardo bajo llave para que nadie les haga daño.
Decídete, o me tomas o me dejas, no me vale eso de tenerte sólo a medias.
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